De cuando practicar los yamas y niyamas es el yoga más complejo

Decidí retomar este blog como un espacio más personal y reflexivo de cómo aplicar las enseñanzas del yoga a la vida cotidiana. Escribo de lo que sucede en mi entorno y mi único sankalpa o intención es que llevar una convivencia más armónica con todos los seres que me rodean. Y esto viene al caso porque hoy reflexiono sobre cómo muchas veces pensamos que el yoga son posturas externas con nombres en sánscrito que, al ejecutarlas, generan un sensación de claridad, calma y lucidez que se refleja en un estado de salud en balance.



Si bien, las posturas son una parte de la práctica, entonces, ¿qué es yoga?” Patañjali inicia los Yoga Sutras con una respuesta sencilla y contundente: Yoga chitta vritti nirodaha: “El yoga es la habilidad para dirigir la mente exclusivamente hacia un objeto y mantener esa dirección sin desviarse” Y a lo largo de los 196 aforismos expone un camino claro para aprender a convivir con la mente como una amiga. 

Y aquí es donde Patañjali nos muestra que antes de meditar, practicar ásanas o desarrollar el arte del pranayama o control de la respiración, debemos cultivar los yamas y niyamas. Los yamas son cualidades que nos permiten convivir de manera sana en un entorno compartido. Así, es necesario observar ahimsa (ausencia de violencia), satya (la verdad), asteya (abstenerme de tomar lo que no es mío), brahmacharya (moderación en mis acciones) y aparigraha (practicar el desapego). 

Enseguida, Patañjali nos muestra el camino para desarrollar una práctica con las condiciones necesarias y óptimas para el practicante. Y los niyamas son suacha (limpieza física y mental), santosha (vivir en un estado de dicha y satisfacción), tapas (mantener la disciplina), svadhyaya (contemplar las escrituras) e isvara pranidhana (reconocer la presencia de Dios en mi vida).

Comprendo que uno de los yogas más complejos es llevar saucha a tu vida. Si quiero una mente clara y tranquila, debo moverme en un espacio igual. Ese es el principio de saucha:

Cuando el cuerpo está limpio, la mente purificada y los sentidos controlados,
también se manifiesta la alegre percepción consciente,
necesaria para realizar el sí-mismo interior.

II.41 Yoga Sutras

Archie J. Bahm, en su traducción de los Aforismos del Yoga de Patañjali, asegura que “la limpieza (saucha) es necesaria para experimentar al ser verdadero, la quietud, la perseverancia, el control de los sentidos y la aptitud para ver el alma”. Y por supuesto, comenzamos por el cuerpo, desde la higiene del mismo (el baño diario), la alimentación (qué y cómo te alimentas) hasta la pureza de la mente (qué perciben tus sentidos). Añado los comentarios de Iyengar: “Limpio, el cuerpo se convierte en el templo del que ve, y siente la alegría de la percepción consciente de sí mismo. Cuando la consciencia es alegre y benevolente, el buscador está preparado para recibir el conocimiento y la visión del alma”.

En seguida, está el tema del espacio físico que habitas. Se trata de mantener las cosas en orden, deshacerte de lo que ya no te sirve (puedes incluir también las ideas inútiles). Al practicar saucha, afirma Meta Chaya en Vital Yoga, “obtienes tranquilidad interna ya que mantienes tu espacio vital limpio y ordenado. Por ejemplo, asear tu cocina después de preparar tus alimentos, tirar todo aquello que ya no utilizas y que sólo ocupa espacio en tu casa o eliminar de tu mente los pensamientos negativos que te hacen sentir ansioso y que lastiman tu autoestima”.

Ahora comparto el espacio que habito con un gran amigo que es un excelente practicante de yoga pero le cuesta mucho dejar limpia la cocina cuando prepara sus alimentos. Y no es que se desatienda de sus labores pero lo hace más tarde. ¿Por qué si encontramos tiempo para asistir a nuestra clase de yoga, meditar o practicar en casa, no podemos encontrar espacio para dejar la cocina limpia? ¿Te ocurre a ti lo mismo? Y no digo que yo sea la personificación del orden infinito pero cuando convives con otro ser humano, te espejeas y aprendes a ver cosas en ti que de otro modo hubiesen pasado desapercibidas.

Esta historia tiene un continuará. 

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